Así la basura es parte del paisaje de nuestras urbes, calles llenas de botellas, periódicos, colchones y toda la mierda que a uno se le pueda imaginar, no puedo negar que se intenta cambiar esto, pero una mayoría de la sociedad sigue a gusto tirándola en la calle, abriendo la ventanilla del coche y hacer volar su basura, o simplemente por flojera de depositarla en su correspondiente lugar, prefieren irse de paseo con ella y tirarla donde le plazca.
Para seguirles el cuento y como todas las semanas me dispuse a darle mantenimiento a lo que fue la empresa de mis sueños, aquella que mantuve a flote durante algo más de 10 años y que en sus buenos años empleaba a unos veinticinco trabajadores (cuestión que otro día comentaré ), en fin me dispuse a limpiar las aceras y jardineras, algo por otro lado nada del otro mundo, así como regar las plantas, que no tienen la culpa de nada, colindo con un mirador da la ciudad hecho durante una ampliación de un puente centenario, del cual cedí parte de la fachada para embellecerlo. Justo al otro lado del puente están unas oficinas de mantenimiento del ayuntamiento, ayer creo que la caca rebaso mi vaso, después de contemplar el dichoso "mirador", ver que era un absoluto basurero, al respecto sabía que durante la ultima huelga del sector hace tres años, la gente disponía cómodamente de este como vertedero.
Desde luego me importo poco la data de la mierda, tampoco ver como los funcionarios o los transeúntes me miraban con cara de loco, "este extranjero", lo cierto es que el mirador quedo como el mismo día en que el alcalde corto el listón y devélo una placa en su "honor", misma que hace un par de años desapareció.
Son los pequeños detalles los que dignifican a los pueblos, podemos ser pobres pero vivir con dignidad, ahí es donde comienzan los grandes cambios, lo más triste es que seguramente cuando me asome nuevamente a ese "mirador" algún orgulloso patriota habrá dejado parte de su "buena educación" allí.
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